sábado, 12 de septiembre de 2015

ORIGEN Y EVOLUCIÓN DE LA CALCULADORA

Probablemente una de las primeras maneras que encontramos los humanos para contar, es usando nuestros dedos. Un poco más avanzado fue el uso de un simple palo tallado, al cual se le marcaban rayas para ir llevando la cuenta de algo. 


Pero el invento que llegó a revolucionar al mundo en el área de las matemáticas, fue el ábaco. Este se originó en la época mesopotámica alrededor del 2700-2300 a.C y consistía en una tabla con columnas ordenadas sucesivamente, las cuales representaban el orden por magnitud del sistema numérico sexagesimal que tenían.

Con el paso del tiempo, sistemas más complejos de cálculo se desarrollaron, como lo fue el mecanismo de Anticitera, procedente de la antigua Grecia e inventado en los años 150-100 a.C, considerado como el primer computador análogo mecánico.
                              
                              

El siglo XVII fue crucial en la historia de las calculadoras mecánicas. Por una parte, ocurrió la invención de los logaritmos, las tablas logarítmicas, y la regla de calculo (1622), que por su fácil uso para dividir y multiplicar, dominó entre quienes necesitaban realizar estas operaciones. 




En el mismo siglo, aparecieron las primeras máquinas capaces de realizar operaciones aritméticas por si mismas, consideradas los primeros prototipos de las calculadoras actuales. En 1623 se inventó la primera máquina de sumar, un aparato grande lleno de palancas, creación de Wilhelm Schickard, en Alemania. Originalmente se le llamó el "reloj calculador", y podía sumar y restar números de hasta seis dígitos.
La sucesora de de esta máquina fue la famosa Pascalina, desarrollada por Blaise Pascal en 1642 en Francia. Pascal empezó a pensar en este aparato luego que a su padre le asignaran la tarea de reorganizar los ingresos por impuestos en la provincia francesa de Haute-Normandie, creando un aparato que podía sumar, restar, multiplicar y dividir.

El lanzamiento de la Pascalina dio inicio al desarrollo de las calculadoras mecánicas en Europa y el mundo.
Aunque hubo algunos desarrollos más en los años siguientes, no sería hasta el siglo XIX y la Revolución Industrial que las calculadoras vieron un nuevo auge y rápidos avances.

En 1948 apareció en Viena, Austria, la Calculadora Curta, fabricada por Curt Herzstark, que aunque era bastante cara, se convirtió en un hit debido a su portabilidad. La calculadora mecánica tenía un diseño realmente compacto, que cabía en una mano, y permitía sumar, restar, multiplicar y dividir.

El desarrollo paralelo de la electrónica y la creación de los primeros computadores tipo mainframe en la década de 1940 que utilizaban tubos de vacío y más tarde, transistores, permitió la creación de las calculadoras electrónicas.
En 1954, IBM presentó una gran calculadora basada en transistores, y en 1957 lanzó la primera calculadora comercial completamente electrónica, llamada IBM 608.


Paralelamente, Casio en Japón, lanzaba su calculadora modelo 14-A que es catalogada como la primera calculadora eléctrica relativamente compacta (iba instalada dentro de un escritorio).
En octubre de 1961 apareció ya la primera calculadora 100% electrónica llamada SumlockComptometer ANITA, hecha por los británicos de Bell Punch. Esta calculadora utilizaba tubos de vacío, tubos de cátodos fríos y decatrones en sus circuitos, además de 12 tubos “Nixie” como pantalla.

En la década de 1960, las calculadoras eran bastante grandes y pesadas porque requerían usar cientos de transistores en varias placas de circuitos, consumiendo mucha energía por lo que debían estar conectadas a la corriente. Empresas como Canon, Texas Instruments, Hayakawa Electric (hoy Sharp), Rockwell Microelectronics, Busicom, Mostek, Intel, General Instruments y Sanyo compitieron y formaron alianzas para crear los semiconductores. Para 1970, este trabajo había dado frutos, permitiendo la creación de calculadoras portátiles que usaban baterías recargables.
Las primeras calculadoras portátiles aparecieron en Japón ese año, y fueron rápidamente vendidas alrededor del mundo. Algunos de estos equipos eran la Sanyo ICC-0081, la Canon Pocketronic y la Sharp QT.8B.
                       

       
El esfuerzo en el desarrollo de un circuito integrado, en tanto, culminaría tan solo 1 año después, con la primera "calculadora en un chip", la MK6010 de Mostek, seguida por un modelo de Texas Instruments ese mismo año. 
                 
Aunque estas primeras calculadoras portátiles eran muy caras, con el paso del tiempo los avances en la electrónica junto a la de tecnologías en pantallas (fluorescentes, LED y LCD) harían que en tan solo unos pocos años los precios fuesen accesibles para muchos.

En 1973, Texas Instruments lanzó la primera calculadora científica, la SR-10, que costaba US$150 e incluía un botón para "π" (pi). En los siguientes años se sumaron funciones logarítmicas, trigonometría y otros.
Tecnologías como la de un CMOS y de paneles solares, permitieron luego la creación de calculadoras programables y calculadoras sin necesidad de pilas. 
A medida también que avanzaba la programación y el conocimiento matemático también se fueron implementando más funciones, como derivadas, integrales y ecuaciones diferenciales. 
En la década de 1980 aparecieron las calculadoras financieras, y desde entonces han seguido su desarrollo para estar emuladas en casi todas partes, permitiéndonos hoy en día aprovechar de este invento en casi cualquier dispositivo electrónico.

Hoy en dia hemos avanzado tanto, desde ese momento donde se realizaban las cuentas sobre un tallado, que podemos disfrutar de algunas de estas grandes maravillas, que sin duda día a día evolucionan nuestros conocimientos...

                             
                                               
                             
                             
                             









martes, 8 de septiembre de 2015

UN MATEMÁTICO ARGENTINO

Adrián Arnoldo Paenza, Nació en Buenos Aires en 1949 en el seno de una familia de clase media. Es un periodista y doctor en ciencias matemáticas por la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (UBA), conocido por su trabajo en la divulgación de la matemática, lo que le valió el premio Premio Lilavati del ICM en 2014.

  •  Una de sus obras literarias: 
 -Matemática... ¿Estás ahí?
-Matemática... ¿Estás ahí? La vuelta al mundo en 34 problemas y 8 historias



  • Aquí dejamos un video del matemático, Paenza:
"La puerta equivocada"

domingo, 6 de septiembre de 2015

MATEMÁTICA EN LAS CIENCIAS NATURALES


Científicos han conseguido por primera vez definir la capacidad de contar de un animal invertebrado: las abejas. Estas tienen capacidad matemática y saben contar, aunque sólo pueden hacerlo hasta cuatro. El estudio fue realizado por científicos alemanes de la Universidad de Würzburg, integrados en el equipo internacional de trabajo BEEgroup. 



El reloj circadiano, que gobierna el ritmo biológico de los seres vivos y que se activa cada 24 horas, depende de dos moléculas muy pequeñas y desconocidas hasta ahora, según las investigaciones del profesor de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) Jordi García Ojalvo. Con este descubrimiento, que se ha llevado a cabo en un modelo matemático de relojes circadianos de la mosca de la fruta, se ha desvelado uno de los misterios que se resistían a los científicos desde hace año. 


Las cigarras periódicas, muy especialmente la Magicicada septendecim, tienen el ciclo vital más largo de todos los insectos, 17 años. Otra especie, la Magicicada tredecim, aparece cada 13 años, lo que indica que los ciclos vitales que son un número primo de años dan algún tipo de ventaja para la conservación de la vida. 
Trabajo en el que se utilizan las matemáticas para intentar que los alumnos establezcan conexiones entre la alimentación y la salud. Se trata de que reconozcan el problema, lo analicen y saquen conclusiones sobre lo que pueden hacer. Se hace a partir de una serie de actividades en las que se utiliza información real, obtenida a través de Internet, en la que aparecen tablas, gráficos, porcentajes. 

La Estereoloía es una ciencia multidisciplinar que dicta reglas de muestreo geométrico para estimar cantidades definidas en objetos espaciales (como
estructuras biológicas o minerales) tales como volúmenes, número de células, poros o inclusiones, superficies, longitud de fibras, filamentos o dendritas neuronales, etc.